Violencia de género facilitada por la tecnología: avances y desafíos para un mundo digital seguro

Con una convocatoria que colmó el salón, el evento paralelo «Beijing +30: Fortaleciendo las Respuestas Nacionales, Regionales e Internacionales ante la Violencia de Género Facilitada por la Tecnología», que organizamos junto al Gobierno de Uruguay, Equality Now y con el apoyo del Gobierno de Colombia, ONU Mujeres y MESECVI, se consolidó como un espacio fundamental para reflexionar y compartir estrategias frente a este fenómeno creciente.
En el marco de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW 69) que organiza anualmente las Naciones Unidas, actores clave de la sociedad civil, gobiernos y organismos regionales e internacionales nos reunimos con el objetivo de intercambiar experiencias y aprendizajes para avanzar hacia la creación de un marco efectivo que prevenga, aborde y erradique la violencia de género facilitada por la tecnología (VGFT).
El evento comenzó con una intervención de nuestra Directora Ejecutiva, Daniela Urribarri, quien además moderó la sesión. En su exposición destacó la magnitud del problema y los desafíos específicos que enfrentan las mujeres en el entorno digital, con énfasis en los impactos sobre su goce del derecho a la libertad de expresión, así como el modo en que ese (auto)silenciamiento que consiguen los discursos de odio y violentos, impactan sobre la calidad del debate público y nuestras democracias.
Las palabras de apertura estuvieron a cargo de Noelia Martínez, Directora General Adjunta para Asuntos Políticos del Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Uruguay, y Arlene Tickner, Embajadora para Asuntos de Género y Política Global Feminista del Gobierno de Colombia. Su respaldo fue crucial en un contexto regional donde algunos gobiernos y las plataformas digitales se alinean con posturas de ultraderecha y anti-derechos.
A continuación, Amanda Mayne, Asesora de Leyes Digitales de Equality Now, retomó los puntos expuestos por Urribarri y destacó cómo las regulaciones y acuerdos, tanto a nivel regional como global, que reconocen el derecho a una vida libre de violencia y garantizan la protección de la libertad de expresión fueron diseñadas hace más de tres décadas, en un contexto muy diferente, lo que nos exige una adaptación a los desafíos y fenómenos actuales.
En ese sentido, Delphine O, Embajadora y Secretaria General del Foro Generación Igualdad (Beijing+25) del Gobierno de Francia, y Padma Raman, Directora Ejecutiva de Australia Office for Women, compartieron reflexiones sobre de políticas exitosas en sus países, como la Ley de Seguridad en Línea de Australia y las iniciativas francesas para combatir la violencia digital a nivel global. Experiencias inspiradoras para explorar abordajes locales, adaptándolas a las realidades particulares de nuestra región.
Por su parte, Ísis Menezes Táboas, Asesora Especial de la Ministra de la Mujer de Brasil, aportó una perspectiva clave desde América Latina, reflexionando en torno a los desafíos para lograr que las Big Tech respeten y se adecuen a las normas locales. Compartió también algunos de los resultados de un interesante estudio que muestra el modo en que los discursos de odio crecen y se monetarizan en la plataforma Youtube; ya no mediante clicks sino con aportes directos.
El Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belem do Pará (MESECVI – CIM OEA), representado por Eva Villarreal Pascual, Especialista en género y violencia, compartió el proceso de generación y consulta de una Ley Modelo Integral para regular la VGFT, un paso crucial para establecer marcos de protección efectivos en la región.
En el ámbito internacional, Leah Tandeter, especialista regional en eliminación de la violencia contra las mujeres de ONU Mujeres y Alexandra Robinson, Asesora técnica sobre violencia de género de UNFPA, ofrecieron un análisis sobre los desafíos políticos y legales que persisten, haciendo hincapié en la necesidad de fortalecer los estándares normativos y su implementación. Además, compartieron algunas de las reflexiones alcanzadas en el reciente Simposio Global sobre Violencia de Género Digital.
El evento dejó en evidencia que aunque existen avances significativos en la formulación de políticas y regulaciones, aún queda mucho por hacer. La rapidez con que evoluciona la tecnología supera los marcos normativos existentes, y la inacción de las grandes corporaciones tecnológicas sigue siendo un obstáculo importante para garantizar a las mujeres y niñas un entorno digital seguro. Ello se ve potenciado por el desconocimiento creciente de algunos gobiernos en relación a la necesidad de atender las noticias falsas, la desinformación y llevar adelante medidas de moderación de contenidos, so pretexto de la protección de la libertad de expresión.
A pesar de estos retos, el encuentro reafirmó el compromiso de Estados, sociedad civil y agencias de organismos supranacionales para continuar impulsando la agenda de derechos digitales con perspectiva de género. Es crucial que los gobiernos sigan desarrollando políticas públicas eficaces, que las plataformas digitales se involucren en la búsqueda de soluciones y reparaciones y que la cooperación entre Estados se fortalezca para asegurar que el espacio digital sea un entorno libre de violencia para todas las mujeres, niñas.
Este evento no marcó el final del camino, sino un nuevo impulso para la acción. La lucha contra la VGFT exige un esfuerzo continuo, multisectorial y global.