Cuba: rechazo a violaciones de los derechos de expresión y manifestación pacífica
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La Alianza Regional por la Libre Expresión e Información rechaza el acoso y la represión a la sociedad civil cubana que expresa su oposición a las políticas del gobierno. Los acuerdos internacionales de derechos humanos reconocen a la manifestación pacífica como una de las formas de materialización pública del derecho a la libertad de expresión, cuyo goce no depende de ideología alguna sino de la condición de persona de sus titulares. Por eso, exhortamos a organismos e instituciones internacionales de promoción y defensa de los derechos, a pronunciarse con urgencia en favor del respeto a la libre expresión y manifestación en Cuba, de las garantías a la integridad física de la ciudadanía que se manifieste pacíficamente, y el compromiso con el debido proceso en los trámites judiciales.
Negar estos derechos a quienes disienten, violenta los acuerdos y principios internacionales, y eso es lo que está ocurriendo en Cuba:
Las protestas populares que alcanzaron a todo el país el 11 de julio del 2021, constituyeron el ejercicio más grande de expresión pública contraria a las políticas del gobierno cubano desde el año 1959. Su represión violenta en las calles y al interior de los centros de detención, llegó incluso a terminar con la vida de un joven manifestante con un disparo en la espalda, de manos de un policía. Actualmente el gobierno procura legitimar su accionar con juicios sumarios e irregulares (sin asistencia de abogados/as en muchos casos) contra más de 500 manifestantes que aún permanecen privados de libertad en cárceles cubanas, e impulsa desde la Fiscalía penas de prisión de hasta 18 años. Se desconoce la existencia de procesos judiciales que revisen el uso excesivo de la fuerza que se observa en videos, o los testimonios de torturas y malos tratos.
Por su parte, quienes integran el Grupo Archipiélago son víctimas de una constante represión desde que impulsaran por los canales institucionales una marcha pacífica para exigir la liberación de los presos políticos, el fin de la violencia policial y la solución pacífica de las diferencias entre cubanos. El hostigamiento manifestado en una campaña pública de descrédito, también se apoyó en interrogatorios irregulares a quienes promueven la iniciativa y despidos de sus centros laborales. Las autoridades declararon ilícita la marcha convocada por Archipiélago argumentando que la Constitución cubana prohíbe promover acciones que pretendan cambiar el modelo socialista declarado irrevocable en su artículo cuarto, y la Fiscalía General de la República citó a sus referentes para advertirles de las consecuencias penales que pudieran derivarse de su decisión de manifestarse en las calles el 15 de noviembre próximo.
Ante los atropellos ocurridos y anunciados, acompañamos el pedido de las organizaciones cubanas miembro de nuestra red[1], exhortando a un pronto pronunciamiento que reclame al Gobierno de Cuba garantizar los derechos de expresión y manifestación pacífica, así como el debido proceso judicial, por parte de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la representación especial de la Unión Europea para los Derechos Humanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y las Relatorías Especiales para la Libertad de Expresión de la CIDH y la ONU.
[1] Son miembros de la Alianza Regional por la Libre Expresión e Información: El Observatorio Cubano de Derechos Humanos, y el Colectivo Más Voces
The latin-american network Alianza Regional por la Libre Expresión e Información rejects the harassment and repression of Cuban civil society that expresses its opposition to government policies. International Human Rights agreements recognize peaceful demonstration as one of the forms of public materialization of the Right to freedom of expression, the enjoyment of which does not depend on any ideology but on the personal condition of its holders. Therefore, we urge international organizations and institutions for the promotion and defense of Human Rights to urgently pronounce themselves in favor of respect for free expression and demonstration in Cuba, guarantees for the physical integrity of citizens who protest peacefully, and a commitment to due process in judicial proceedings.
Denying these Rights to those who dissent violates international agreements and principles, and that is what is happening in Cuba:
The popular protests that reached the entire country on July 11, 2021, constituted the largest exercise of public expression against the policies of the Cuban government since 1959. Its violent repression in the streets and inside detention centers even ended the life of a young protester shot in the back by a policeman. Currently, the government is trying to legitimize its actions with summary and irregular trials (without the assistance of lawyers in many cases) against more than 500 demonstrators who are still deprived of their liberty in Cuban jails, and is pushing for prison sentences of up to 18 years from the Prosecutor’s Office. The existence of judicial processes to review the excessive use of force observed in videos, or the testimonies of torture and ill-treatment is unknown.
In addition, the members of the Archipelago Group have been victims of constant repression since they promoted through institutional channels a peaceful march to demand the release of political prisoners, an end to police violence and a peaceful solution to the differences among Cubans. The harassment, manifested in a public campaign to discredit them, was also supported by irregular interrogations of those promoting the initiative and dismissals from their workplaces. The authorities declared the march called by Archipiélago illegal, arguing that the Cuban Constitution prohibits the promotion of actions that seek to change the socialist model declared irrevocable in its fourth article, and the Attorney General’s Office summoned its leaders to warn them of the criminal consequences that could derive from their decision to demonstrate in the streets on November 15.
In view of the outrages that have occurred and have been announced, we support the request of the Cuban member organizations of our network, urging for a prompt pronouncement demanding that the Government of Cuba guarantee the rights of expression and peaceful demonstration, as well as due legal process, by the Office of the United Nations High Commissioner for Human Rights, the special representation of the European Union for Human Rights, the Inter-American Commission on Human Rights, and the Special Rapporteurships for Freedom of Expression of the IACHR and the UN.